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Para una variedad de materiales, el pulido de pisos es un paso esencial en la preparación, restauración y acabado de la superficie. Para lograr los mejores resultados, diferentes superficies requieren diferentes enfoques. Es importante saber qué procedimientos son mejores para cada material para garantizar eficiencia, durabilidad y buena apariencia.
Una de las superficies del suelo más utilizadas, particularmente en contextos comerciales e industriales, es el hormigón. Por lo general, el procedimiento de pulido implica el uso de herramientas de pulido de diamante TransGrind para suavizar las irregularidades de la superficie, nivelar la superficie y prepararla para recubrirla o pulir. Inicialmente, las imperfecciones de la superficie se eliminan utilizando granos de diamante más gruesos; el alisado y el pulido se realizan con herramientas de pulido de grano más fino. La selección de las herramientas de diamante adecuadas para hormigón requiere una cuidadosa consideración tanto de la dureza del material como de la condición de su superficie.
En comparación con el hormigón, el mármol y otras piedras naturales, como el granito o el travertino, son más blandos y quebradizos, por lo que es necesario manipularlos con especial cuidado. Se recomienda utilizar almohadillas de diamante unidas con resina para evitar daños o rayones en la superficie. El mármol generalmente se muele usando primero una almohadilla de grano inferior para eliminar cualquier grabado o rayado, y luego se muele con granos progresivamente más finos para obtener una superficie pulida y lisa. El brillo inherente de la piedra se preserva mediante la aplicación frecuente de agua para enfriar la superficie y minimizar el polvo durante todo el proceso de pulido.
La mezcla de astillas de mármol con cemento o epoxi para crear un suelo de terrazo es otra superficie que se beneficia mucho con métodos de pulido cuidadosos. Por lo general, el primer paso de pulido consiste en eliminar cualquier desnivel o desnivel en el espaciado de las baldosas. Los siguientes pasos implican el bruñido y pulido, lo que requiere almohadillas de diamante más finas para acentuar el brillo de la superficie del terrazo. El terrazo frecuentemente tiene componentes tanto duros como blandos, por lo tanto, es importante equilibrar cuidadosamente la velocidad y la presión del proceso de pulido para evitar un pulido excesivo de los componentes más blandos.
Aunque son menos comunes, ocasionalmente es necesario lijar los pisos de madera para eliminar revestimientos viejos, nivelar la superficie o prepararlos para el acabado. En comparación con la piedra o el hormigón, la madera se muele de forma mucho más delicada. Las herramientas de diamante se reemplazan por papeles de lija con diferentes granos de partículas abrasivas. Los granos gruesos son mejores para eliminar la capa superior y cualquier defecto; Para alisar se utilizan granos más finos. Es importante trabajar con la veta de la madera para evitar rayar o dañar la superficie.
Para lograr resultados ideales, se necesitan diferentes procedimientos de pulido para diferentes materiales de superficie, cada uno de los cuales presenta obstáculos únicos. El éxito del pulido de suelos depende de conocer las características del material con el que se trabaja y utilizar las herramientas y técnicas adecuadas, ya sea hormigón, terrazo, piedra natural o madera. El uso de la técnica adecuada garantiza una operación de rectificado más eficaz y eficiente y, al mismo tiempo, mejora la belleza y durabilidad de la superficie.